El propósito de la práctica es que nuestro cuerpo sincronice con la música haciendo que nos movamos a un ritmo más rápido o más lento, con gestos más abiertos y expansivos o más pobres y restringidos, nos sintamos más tristes o más alegres, nos traiga recuerdos o nos despierte interés por la novedad.....
Debemos querer experimentar con la música de forma que nos mezclemos con ella, notemos sus vibraciones y oscilemos con sus notas.
Podemos imaginar que tenemos varias cajas de resonancia o cuevas en el interior de nuestro cuerpo y que las melodías van atravesando estos espacios y vibramos con su sonido.
Los objetivos a conseguir son:
Desarrollar la autoconciencia del movimiento corporal.
Detectar zonas musculares del cuerpo donde se acumula tensión y, al mismo tiempo, aprender a relajar estas zonas a través del movimiento corporal (si lo practicamos con frecuencia nos desprende de rigideces y de tensiones posturales adquiridas).
De forma conjunta lograremos - con la práctica - un mejor control de nuestro esquema corporal, una mayor creatividad en nuestro movimiento (ganando en amplitud de gestos y permitiendo movernos de forma más natural, libre y espontánea) y una mayor confianza y autoestima a nivel emocional.
Es aconsejable realizarla:
- A ser posible descalzos o al menos con calcetines no muy gruesos.
- Debemos mantener los ojos cerrados durante todo el tiempo (así tenemos más en cuenta la armonización global del cuerpo que la forma de nuestros movimientos), pero si estás más cómoda o segura lo puedes hacer con los ojos abiertos.
- Permanecer todo el tiempo con los pies en el mismo sitio, sin desplazarnos (para no chocar con los objetos alrededor).
No se pretende realizar una ejecución artística ni bonita, sino más bien una actividad agradable y vivencial sin valoraciones ni jueces. Solo tenemos que intentar coordinar el movimiento con la música pero de forma fluida y espontánea.
Debemos escuchar la música no solo con los oídos, sino que debemos sentirla con todo el cuerpo como si se introdujera en nuestro interior y nuestro ser y nos fuéramos entrelazando con ella.
Siente como la música entra por todos los órganos de los sentidos del cuerpo (fosas nasales, orejas, boca, poros de la piel y como te va envolviendo.
5/ Ahora repites la experimentación con otra melodía distinta (8 min aprox), dejándote llevar y poco a poco - si tu cuerpo te lo pide - amplía los movimientos (ej: brazos hacia atrás, ponerte en cuclillas, rotar levemente la cabeza, movimientos pélvicos...) y disfruta.
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